Inicio Arte y Cultura Van Gogh: un genio que no conoció el éxito ni el sosiego

Van Gogh: un genio que no conoció el éxito ni el sosiego

por Redacción

Vincent Van Gogh es hoy día uno de los pintores más reconocidos en la historia del arte, pero en su atormentada vida no conoció ni el éxito ni el sosiego. 

En el seno de una familia de origen holandés, hijo de un ministro de la Iglesia Reformada Holandesa y una ama de casa ferviente, en la provincia de Brabante Septentrional, el 30 de marzo de 1853 vio por primera vez la luz Vincent Willem Van Gogh; uno de los artistas más importantes de la historia del arte. 

Observador y de personalidad introvertida, el pequeño Vincent inició su educación básica en la casa familiar a cargo de una institutriz y su mamá. A los 11 años partió a un internado en Zevenberg. Dos años más tarde sería trasladado  Tilburg, para realizar la Secundaria, donde no se sintió a gusto y decidió regresar a casa en 1868.  

Con los estudios truncos, Vincent consiguió trabajo más tarde con los comerciantes de arte Goupil & Cie en La Haya; y a partir de ahí una temporada anduvo de oficio en oficio: profesor de un internado, asistente de un Ministro, traductor bíblico, misionero protestante y minero. Hasta que en 1880 que se interesó por el dibujo y finalmente viajó a Bruselas para comenzar a estudiar arte. 

Poco después, Vincent ingresó como estudiante de su primo Anton Mauve, pintor renombrado de la época, con éste aprendió la técnica de la acuarela. Debido a sus pocos recursos, Vincent contrataba gente de la calle como modelos, en esa época contrajo gonorrea, y se fue a vivir con una prostituta, a la que finalmente abandonó ante la insistencia de sus padres. 

Regresó a vivir con sus padres y con 31 años de edad se enamoró de la hija de un vecino 10 años mayor. Las familias de ambos se negaron al matrimonio y ésta se trató de suicidar. En esa época Vincent logró realizar al rededor de la 200 pinturas al óleo, las cuales resaltaron por sus tonos marrones  y sombríos. 

Fue hasta 1885 que, con el apoyo de su hermano Theo, logró acomodar su trabajo y comenzó a recibir encargos, como una serie de estudios de temática campesina que estuvo en exhibición en el concesionario Leurs en La Haya. Acusado de embarazar a una campesina, El párroco del pueblo prohibió a Vincent que se acercara a la gente de la gente y cayó en una crisis económica. Aunado a esto su salud estuvo muy comprometida, al parecer por contraer sífilis. 

Es rescatado por su hermano Theo y viaja a Paris, para más adelante mudarse a Arlés donde alquiló la famosa Casa Amarilla donde trató de fundación un círculo de pintores. A la convocatoria de Vincent solo acudió Gauguin, con quien tuvo una intensa actividad creadora a lo largo de aproximadamente 9 meses. La relación entre ellos tornó insostenible, y en una aparente discusión Vincent persiguió a Gauguin con una navaja y terminó por cortarse la oreja a si mismo. 

El estado en que Vincent llegó al hospital fue muy deplorable. Después de despertar no logró recordar lo sucedido. Los médicos determinaron que se había tratado de manía aguda con delirio generalizado. A este evento le siguieron otros donde Vincent experimentó síntomas similares, lo que lo llevó en 1889, a internarse en el hospital psiquiátrico Saint Paul-de-Mausole, donde su habitación fue convertida en un taller donde realizó obras con obsesivos espirales, ahí realizó “La noche estrellada”, una de sus obras más reconocidas. 

Poco después, en 1890, ya fuera del hospital, su salud se deterioró probablemente a causa del resurgimiento de la sífilis. Finalmente, el 29 de julio de ese año murió a causa de una infección provocada por un balazo en el abdomen. En torno a este último suceso existen versiones que suponen un suicidio, y otras que refieren un accidente provocado por unos jóvenes que jugaban cerca de él. 

En general su vida estuvo llena de encuentros, desencuentros, desencantos amorosos, inestabilidad, falta de reconocimiento en vida por su trabajo y episodios complicados con su salud. Actualmente algunos médicos que han estudiado su vida suponen que pudo haber padecido bipolaridad. 

Se calcula que Vincent Van Gogh creó más de 900 obras, de las cuales aproximadamente 40 fueron autorretratos. Sus trabajos más famosos  son: “La habitación de Arles”, “La noche estrellada”, “Los girasoles” y “Autorretrato”. Desafortunadamente no le tocó presenciar el reconocimiento de su trabajo, pues fue hasta mucho después que los críticos de arte europeos comenzaron a interesarse en él. 

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