Juan Rulfo es mundialmente reconocido por sus aportes a la Literatura Mexicana, como precursor del realismo mágico; pero también dejó un legado fotográfico.
“100 Fotografías de Juan Rulfo”
Acreedor al Premio Nacional de Literatura en 1970, y del Premio Príncipe de Asturias en 1983, entre otras condecoraciones, Juan Rulfo ha trascendido como uno de los máximos exponentes de la narrativa mexicana; pero poco se habla de las otras actividades artísticas en que incursionó, como lo fue su trabajo para cine.
Nacido en en Sayula Jalisco, el 16 de mayo de 1917, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, fue hijo de un hacendado que quedó en n la ruina después de la Reforma Agraria Postrevolucionaria. Huérfano de padre y madre, Juan vagó de la casa de su abuela, a un orfanatorio donde no la pasó muy bien, lo que propició que su infancia fuera un tanto complicada.
Las vivencias de su infancia solitaria y la falta de su padre podrían haber fincado las bases de su pensamiento fantástico (por lo que ha sido considerado pionero del realismo mágico), mismo que se vio plasmado en su trabajo como escritor, tal es el caso de su novela “Pedro Páramo”, la obra más difundida y reconocida del artista, que versa sobre un joven que busca a su padre en un pueblo fantasma.
Además de su trabajo como escritor, Juan Rulfo también incursionó en la fotografía. Así como el artista tuvo la sensibilidad de hacer hablar al México profundo en la Literatura, también plasmó gráficamente las entrañas de su pueblo en un legado aproximado de 6 mil fotografías.
A pesar de que oficialmente se indica que solo se tiene registro de 2 exposiciones de ésta faseta como fotógrafo, parte del trabajo gráfico de Rulfo se encuentra en una selección de archivo de Fundación Juan Rulfo. Adicionalmente existe una compilación realizada por Andrew Dempsey y Danielle de Luigi, publicada bajo el título “100 Fotografías de Juan Rulfo”, donde se puede apreciar la sensibilidad de su lente para captar lo cotidiano.
El Arquitecto Víctor Jiménez, director de la Fundación Juan Rulfo, ha indicado que para el artista existía un paralelismo entre su obra literaria y la fotográfica. A pesar de que Rulfo recorrió con su cámara buena parte del territorio nacional por cuenta propia, también realizó trabajos de fotografía por encargo y llegó a publicar varias imágenes.
Las primeras fotografías que publicó fueron tomadas para la Revista América. Se trataba de unas placas que tomó de las películas “La Escondida (Roberto Gavaldón, 1955), “El Despojo” (Antonio Reynoso, 1960) entre otras.
Rulfo solía utilizar cámaras Rolleiflex, y entre las imágenes que se han rescatado resalta: fotografía arquitectónica, danza, aspectos cotidianos del México de su época, paisaje, montañismo, e imágenes captadas durante el rodaje de algunas obras cinematográficas.
