Inicio Ciencia y SociedadCiencia El mariposario de Xcaret, 25 años apoyando la preservación

El mariposario de Xcaret, 25 años apoyando la preservación

por Redacción

Los mariposarios son espacios cerrados donde a través del control y monitoreo de temperatura, humedad, vegetación, sustrato y alimentación, mantienen y reproducen ejemplares vivos de mariposas; además, la mayoría de los  mariposarios cumplen objetivos de exhibición como atractivo natural.

En México existen diversas instituciones, tanto públicas como privadas, que manejan mariposarios como parte de sus programas de exhibición, conservación y educación. Tal es el caso del mariposario de Xcaret en Quintana Roo, el cual con 25 años de trayectoria se encuentra dentro del parque ecoturístico Xcaret y es manejado por el departamento de conservación e investigación de dicha institución privada.

Desde sus inicios, el mariposario de Xcaret opera como una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) registrada ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) con su respectivo plan de manejo para las 23 especies de mariposas que albergan. 

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Karol Sepúlveda González, Coordinadora de Conservación explicó que uno de los principales objetivos del recinto desde sus inicios fue la crianza de los organismos in situ para reducir la necesidad de capturar ejemplares silvestres como pie de cría.

Las instalaciones del recinto están diseñadas para albergar los cuatro estadios del ciclo de vida de las mariposas: huevo, larva, pupa o crisálida y adulto (que es donde los visitantes pueden apreciar mariposas en libertad y en pleno vuelo).

En el laboratorio, se resguardan los huevos en pequeñas cajas Petri, identificados por especie, los cuales tienen un tiempo de incubación promedio de 15 a 20 días, dependiendo de la especie. Una vez que eclosionan del huevo, las pequeñas larvas se alimentan del corión o cáscara del huevo de donde obtienen sus primeros nutrientes, principalmente carbohidratos.

“El estado larvario, o lo que conocemos comúnmente como oruga, es la segunda fase del ciclo de vida de las mariposas. Durante esta etapa la larva se dedica al crecimiento, consumiendo nutrientes de su planta hospedera, por lo que son colocadas en las plantas de las cuales se alimentan.

Durante esta etapa, las larvas tienen entre siete y ocho mudas de crecimiento, en un tiempo promedio de 20 a 30 días. Hacia la última muda, la larva deja de consumir alimento para dedicarse a la transformación en estado de pupa”, explicó Norma Cámara Uitz, técnico en conservación del mariposario.

Las etapas de larva a pupa y de pupa a adulto son procesos de transformación total característicos de la morfología de estos organismos. Las larvas tardan un tiempo promedio de cinco minutos en transformarse de larva a pupa o crisálida, una vez que ya se encuentran en su última etapa de muda como larvas; ya en forma de pupa, la mariposa tardará de 15 a 20 días hasta salir del capullo.

En términos ecológicos, las mariposas son tan importantes como las abejas, pues polinizan las plantas. A diferencia de otros insectos, las mariposas dependen de una especie de planta en particular para cumplir con su ciclo de vida, si desaparece dicha planta también desaparecerá la especie de mariposa que se alimentaba de ella.

Por tanto, el estudio de mariposas en recintos cerrados como los mariposarios, ha permitido a biólogos y entomólogos conocer más sobre la dinámica de sus poblaciones, interacción con el medio y comportamientos (Con información de Prensa de cienciamx noticias).

Quizá te interese

Dejar un comentario