Las evidencias más antiguas del consumo del vino datan del 8000 antes de nuestra era. Existen hallazgos de objetos que demuestran la importancia que los sumerios daban a ciertos rituales acompañados de esta bebida.
Con un aura de simbolismo, alrededor de diversos ritos de convivencia humana, el vino ocupa un importante lugar en la cohesión social. En diversos relatos antiguos, ya sean escritos o pictóricos, el vino ha estado relacionado con ritos iniciáticos, festejos, e incluso excesos y traiciones.
A pesar de que no existe un claro consenso sobre el origen de la palabra “vino”, existen algunas teorías bastante difundidas; podría derivarse del latín “vinum”, del griego “oinos”, o del hebreo “yayin”, haciendo referencia a un preparado a base de “vid” o semilla de uva fermentada.
En el Antiguo Testamento se hace referencia al estado de embriaguez de Noé, a causa del “Yayin”; en este sentido el vino ha tenido connotaciones sagradas, no en vano se hace referencia a los galones de vino de las bodas de Caná, al brebaje de la última cena, y al vino y el pan durante la comunión de los católicos.
Por otro lado, el vino ha sido considerado también afrodisiaco; algunos estudios indican que la palabra pudiera estar emparentada con el sánscrito “vana” que significa amor (de ahí deriva también el término Venus) y esto podría relacionarse con el poder sensual y sugerente que se suele conceder al vino.
No se sabe a ciencia cierta cómo o en qué momento surgió la fermentación, pero una de las condiciones básicas del vino es justo el fermento. En cuanto a la adición de alcohol a los primeros extractos de uva, esto pudo haber sido en parte como conservador, y en parte por el gozo de su efecto.
Según José Peñín, “La cultura del vino debió de iniciarse cuando el hombre buscara otra bebida más placentera que el de beber el agua para calmar la sed, del mismo modo que dejó de comer carne cruda cuando empezó a utilizar el fuego para cocinarla”.
Las evidencias más antiguas del consumo del vino datan del 8000 antes de nuestra era. Existen hallazgos de objetos que demuestran la importancia que los sumerios daban a ciertos rituales acompañados de esta bebida. Sería en el “Poema de Gilgamesh” donde se mencionara por primera vez su valor sagrado.
Varias culturas tuvieron dioses relacionados con el vino, como Baco, Osiris y Dionisio. Fenicios, griegos y romanos, atribuyeron poderes místicos y mágicos al vino, como la jarra de jade que Dionisio entrega a Orfeo, cuyo vino tenía la virtud de generar en quien lo ingiriera la virtud de la armonía y la amistad.
Desde aquellos tiempos inmemoriales hasta la actualidad, el vino ha sido protagonista de diversos sucesos. Hoy día existe una gran variedad de preparados, incluso de autor, pues además de su valor rituálico ha adoptado un importante rol como diferenciador social.
Fuentes
Johnson, Hugh. (2005). Historia del vino.
Peñín, J. (2001). Historia del vino.
Telesca, W. (2016). Breve historia del vino.
