Les Ballets de Monte-Carlo se presenta en la edición XLVI del Festival Internacional Cervantino con una versión original del Lago de los Cisnes, titulada LAC.
LAC muestra la evolución de las historias que forman parte de una tradición y que pueden alcanzar nuevas dimensiones.
CIUDAD DE MÉXICO.- En el marco de la XLVI edición del Festival Internacional Cervantino, se contará con la presencia de la Compañía Les Ballets de Monte-Carlo, la cual presentarpa una versión original del Lago de los Cisnes, que lleva por nombre LAC.
En conferencia de prensa vía Skype desde Monte-Carlo, el coreógrafo y bailarín francés Jean-Christophe Maillot, director de la agrupación dancística, expresó sentirse emocionado por regresar a Guanajuato, pues tiene gratos recuerdos del Festival y dio detalles de su obra cuyo enfoque se caracteriza por dar a conocer un lado distinto.
“El lago de los cines de Chaikovski es esencial dentro del ballet y siempre estamos interesados en hacer una nueva interpretación a estas piezas clásicas. La obra tiene como punto de partida esta pieza, sin embargo, cambia la parte dancística y la dramaturgia de la misma”, explicó Maillot.
La historia que conecta con los miedos, pesadillas y conflictos de los personajes, aborda diversos aspectos, como la toma de decisiones, y el contraste entre el bien y el mal, la inocencia y el erotismo, etcétera, y así cuestiona la naturaleza humana encarnada en lo animal.
“Es algo muy importante, ya que el príncipe es un hombre joven que está buscando la forma de encontrar amor y cierta libertad dentro del seno familiar, fuera de las decisiones familiares, lo cual es una lucha que todo el mundo vive, en todas las personas que buscan el amor y la libertad”, comentó el coreógrafo.
LAC está hecha en tres actos, la primera con catorce escenas y la segunda y tercera con siete; está compuesta de 43 bailarines. Maillot explicó que en Guanajuato tendrá 44 bailarines por cada noche, es decir no va a tener una plantilla estable. En cuanto a la parte visual, remarcó que la pieza original estaba basada en la confrontación de dos cisnes, uno blanco y otro negro, quienes originalmente eran humanos y se transformaron por una maldición impuesta por ellos.
Maillot destacó la diferencia en su puesta escénica y dijo: “Al momento de hacer la representación, se separa de esta parte, se busca que los cisnes representen pulsiones humanas donde el cisne blanco es simple puro y está relacionado únicamente con la metafísica del amor, mientras que el cisne negro está dedicado a la sexualidad y el deseo”.
Comentó que su propuesta es un poco más oscura que la obra original de El lago de los cisnes. “En esta el bien no gana; el mal gana, ya que el cisne blanco el cual representa al príncipe muere, y el negro, que es el mal, se queda con el rey y la reina, una versión ni muy positiva ni muy optimista de una visión del mundo, pero es sólo la de él”.
En el segundo acto normalmente presentado de una manera muy bella donde la arquitectura representa la belleza del cisne y toda la parte onírica del animal, busca representar la parte del cisne y lo pongo como salvaje y violento, que es la parte sensual del hombre, ya que la danza siempre tiene este elemento erótico; una relación de cuerpos que se da en el ballet.
Respecto a lo arriesgado de las puestas de su compañía, Jean-Christophe Maillot expresó: “Es una declaración de parte del ballet y mía, ya que, si bien tomamos historias originales clásicas conectadas con una tradición, yo busco darles un nuevo sentido para demostrar a la gente que van a ver algo diferente, que hubo una evolución, una nueva técnica, nuevas coreografías para darles nuevas dimensiones a las obras; esta idea permite al público hacer su propia interpretación de lo que sucede en escena.
Les Ballets de Monte-Carlo se presentará el jueves 11, viernes 12 y sábado 13 de octubre, a las 20:00 horas, en el Auditorio del Estado (Con información de la Secretaría de Cultura).