Investigadores de Coahuila trabajan en un sistema para recargar dispositivos a través del calor corporal.
Podrían recargarse aparatos electrónicos como celulares y relojes, a partir de dispositivos adheridos a la ropa, empleando energías sustentables como el calor corporal o, incluso, la energía solar.
CIUDAD DE MÉXICO.- Investigadores de la la Facultad de Ciencias Químicas de la Uadec trabajan en un sistema para recargar dispositivos a través del calor corporal. Este prototipo representa el primer paso hacia la recarga de aparatos electrónicos como celulares y relojes, a partir de dispositivos adheridos a la ropa, empleando energías sustentables como el calor corporal o, incluso, la energía solar.
Los especialistas coahuilenses desarrollan este proyecto desde la perspectiva de la electrónica flexible, una nueva tendencia tecnológica que tiene como finalidad desarrollar elementos electrónicos convencionales flexibles, compactos, más ligeros, a base de materiales biodegradables y con un costo más bajo.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Jorge Roberto Oliva Uc, catedrático Conacyt, adscrito al Departamento de Materiales Cerámicos de la Facultad de Ciencias Químicas, detalló que “El proyecto de electrónica flexible está dentro del proyecto 156 aprobado en la Facultad de Ciencias Químicas de la Uadec, este proyecto básicamente busca desarrollar dispositivos electrónicos flexibles que aprovechen diversas fuentes de energía”.
Una ventaja de este prototipo es la gran adherencia a la piel y su capacidad de seguir los movimientos de la piel sin perder la eficiencia de la generación de voltaje.“En este sentido, el cuerpo humano funciona como una batería. Este dispositivo toma esta energía, fuente de calor humana, la transforma en electricidad y, a su vez, sirve para alimentar algún otro dispositivo móvil que podría ser una calculadora, un reloj, y estamos actualmente trabajando para que sea lo suficientemente eficiente y así alimentar un celular”, explicó Oliva Uc.
Los investigadores cuentan con el prototipo a nivel laboratorio y afirman que este dispositivo representa una ventaja en cuestión de costos. “Según nuestras estimaciones acerca de este dispositivo, una batería de 1.5 V de larga duración típicamente cuesta arriba de 20 pesos, es voluminoso, pesado y rígido. El dispositivo que se desarrolla en la presente investigación es flexible, es similar a un forro o una tela y por metro cuadrado podría costar hasta 80 pesos.
Oliva Uc enfatizó que este tipo de tecnología podría darle una ventaja competitiva al país a nivel mundial. Por lo que es necesario que haya gente trabajando en estas áreas, mejorar este tipo de tecnologías e incluso iniciar empresas mexicanas que comercializaran estas innovaciones a otros países. “Creo que es importante para el país, porque podría darle una ventaja competitiva a nivel mundial sobre este tipo de tecnologías. Entonces, es necesario que haya gente trabajando en esto, perfeccionar este tipo de tecnologías y ¿por qué no?, abrir una empresa mexicana para vender este tipo de tecnología a otros países. Es un tema que los países desarrollados están madurando y México no se puede ni debe quedar atrás”, subrayó (Con información de Agencia Informativa Conacyt y de Felipe Sánchez Banda).