CIUDAD DE MÉXICO.- Las vacaciones de verano están por terminar, es hora de desempolvar o comprar los útiles escolares, hay que alistar mochilas y loncheras para regresar a la escuela, al trabajo y a las actividades diarias en general. Se acabaron las desveladas y comenzarán las alarmas de madrugada; esto puede generar síndrome posvacacional.
Aunque la pereza, el desánimo y las pocas ganas de regresar a la cotidianidad se toman muchas veces como una broma, todo esto es una reacción psicológica y biológica que sufren muchas personas que terminan su periodo vacacional y retornan a las labores productivas o de estudio. Si bien no está diagnosticado como una enfermedad, el “síndrome posvacacional’ se manifiesta con intensidad en estas fechas.
En entrevista para Conacyt, el doctor José Cruz Rodríguez Alcalá, subdirector de Posgrado de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, afirma que “…Cuando la persona concluye sus vacaciones y regresa a su actividad normal, requiere adaptarse al cambio de situaciones. Desde el punto de vista biológico, esa alteración necesita un periodo de reajuste para volver a acomodar sus horarios, sus actividades”.
Una vez que la rutina vuelve a establecerse, los efectos biológicos y psicológicos comienzan a disiparse. A pesar de ello, existen algunos factores externos a la persona que pueden acentuar los síntomas, así como prolongarlos. “Existen algunas situaciones del entorno que agravan y determinan la probabilidad de que el síndrome posvacacional se presente. Por ejemplo, si se es víctima de mobbing o bullying, o si mi jefe tiene una personalidad gerencial”.
Foto: Conacyt
Después de aproximadamente dos semanas de reajuste a la cotidianidad, el síndrome posvacacional tiende a mitigarse con la rutina y empieza un periodo de relativa normalidad; pero existe la posibilidad de que los problemas previamente mencionados prolonguen el padecimiento y conlleven a otros conflictos, y como menciona el doctor Rodríguez: “Cuando los síntomas persisten después de este lapso, entonces hablamos de que esto se ha convertido en un trastorno de adaptación y eso ya debe atenderse con un especialista”.
Para combatir manifestaciones severas del Síndrome Posvacacional, el doctor Rodríguez Alcalá recomienda “…administrar las vacaciones, si se sale de viaje hay que regresar tres días previos al retorno a clases; retornar a los patrones que se tenían antes de salir al periodo de receso; entrar en contacto constante con los compañeros o colegas”.
Dr. Rodríguez Alcalá, foto: Conacyt
Algunos de los síntomas que se pueden presentar en el regreso a las labores cotidianas incluyen cansancio, mucha hambre o falta de ella, alteración en el sueño, depresión, ansiedad, miedo, así como percepciones negativas de la realidad (Con información de la Agencia Informativa Conacyt y de Francisco Torres).
