Profesor descubre que alumnos del Telebachillerato 76 de la comunidad de El Sobrado de Huiramba, Michoacán no habían leído ni un solo libro en su vida.
Obtuvo resultados favorables utilizando la dramatización como una estrategia para la comprensión lectora y los alumnos comenzaron a leer.
CIUDAD DE MÉXICO.-El maestro Javier López Rosas, quien tiene 10 años impartiendo clases en zonas michoacanas de alta marginación, descubrió que la gran mayoría de los alumnos del Telebachillerato 76 de la comunidad de El Sobrado de Huiramba, Michoacán no habían leído un solo libro en su vida. Por lo anterior, experimentó con las virtudes de la dramatización como método para incrementar la comprensión lectora.
Inició con un anteproyecto de investigación enfocado en la literatura y el fomento de la lectura, donde detectó que México es el último lugar de los 34 países que integran la OCDE en la prueba PISA sección español, además, que Michoacán se encuentra en los últimos cinco del país en comprensión lectora.
En entrevista para la Agencia Informativa del Conacyt, López Rosas explicó que la comprensión lectora se refiere a la capacidad de retener elementos literales dentro de la lectura y hacer inferencias para llegar al nivel de relacionar lo que se lee con el contexto, así como con otras obras.
Con su investigación preliminar llegó a la conclusión de que los elementos interactivos son los que aseguran mayor retención en los jóvenes y niños, por lo que comenzó a investigar la dramatización como una estrategia para la comprensión lectora.
“Uno de los objetivos es mejorar la capacidad de retener lo que se lee, pero además quería que se pudiera trabajar la interdisciplinariedad a través de los textos, para abordar temas de ética y valores, historia de México y orientación educativa”.
Una vez que el profesor descubrió que los alumnos del Telebachillerato 76 de la comunidad de El Sobrado de Huiramba, Michoacán jamás habían leído un libro, les hizo leer dos textos de cada uno de los siguientes géneros: cuento, mito, leyenda, fábula y novela.
“En el primero solamente se lee y se les aplica el test de Cloze, que consiste en evaluar la comprensión literal de la obra. El segundo texto, después de leerlo, deben representarlo, por lo que los alumnos trabajan en equipo para definir personajes, elaborar un guion, hacer la escenografía y aprender los diálogos”.
Según expresó el profesor, la obra “…con más éxito fue la leyenda de Zirahuén, ahí alcanzaron el máximo nivel de comprensión porque se tuvo además la experiencia de representar la obra en el mismo lago. Los alumnos tuvieron lo que Frida Díaz Barriga define como cognición situada, sacar al alumno del aula para vivir y aplicar la teoría”.
Para seleccionar los textos, el maestro partió del hecho de que los alumnos no eran lectores según el diagnóstico, por lo que eligió textos sencillos, cortos, con un mensaje claro y que pudieran relacionar con otras materias.
“Además hubo beneficios colaterales como el desarrollo de la creatividad, de habilidades de comunicación y trabajo en equipo” (Con información de la Informativa Conacyt y de Paloma Carreño Acuña).