Los amantes de los musicales pueden estar tranquilos, pues la segunda parte de la película que revivió los éxitos de Abba se vuelve a robar nuestros corazones.
Muchos podrán decir que Mamma Mia no necesitaba de una segunda parte y eso es totalmente cierto, no porque fuera terrible, sino que la cinta no es de aquellas que dejan a su espectador lleno de dudas e intrigas sobre el futuro de sus personajes.
Así que, como suele ocurrir en estos casos, el cauce natural sería pensar en la segunda parte como una precuela. Afortunadamente la cinta dirigida por Ol Parker (Imagine Me & You y Now Is Good) logra convertirse en algo no esperado, que sin duda cumple con el nada ambicioso objetivo de mover sentimientos positivos.
La cinta vuelve a situarse en la hermosa isla griega de Kalokairi, en esta ocasión vemos a Sofi (Amanda Seyfried) cumpliendo al fin el sueño de su mamá, sin embargo descubrirá que el convertir la vieja granja en un gran hotel no es el verdadero reto, sino el equilibrar todos los aspectos de su vida.
Al mismo tiempo viajamos a los años 70 para descubrir de una vez por todas cómo fue que Donna (Lilly James), llegó a conocer a los tres grandes amores de su vida Harry (Hugh Skinner), Bill (Josh Dylan) y por supuesto Sam (Jeremy Irvine).
Mamma Mía ya se había encargado de presentar los mayores éxitos de Abba, por lo que en está segunda parte, se repiten algunos de ellos, pero también apuesta por presentarnos temas menos conocidos que logran brindarle un toque de frescura gracias a las bellas escenografías, vestuarios y coreografías llenas de colores.
En esta ocasión, afortunadamente y por el bien de los oídos del público, Pierce Brosnan, quién vuelve para interpretar a Sam adulto, no tiene grandes participaciones en solitario, como en la primera cinta.
El director optó por dejar la mayoría de las canciones a quienes saben interpretarlas por lo que el
soundtrack se antoja muy disfrutable.
Aun así, el argumento resulta un tanto flojo pues la trama es más predecible que la primera, aunque funciona. La mezcla entre secuela y precuela sostiene una historia que de no estar estructurada de esta manera no podría sostenerse.
Sin duda, Mamma Mia 2 es una película disfrutable cuya comedia inocente genera risas y empatía con los personajes. Es de destacar la mezcla entre el elenco “viejo” que cuenta con nombres como Colin Flirth, Stellan Skarsgård, Christine Baranski, Julie Walters y Meryl Streep, con los nuevos rostros, que a través de flashbacks, surgen de manera natural para permitir que la historia fluya de forma entretenida.
La clave que permitirá a los amantes de este tipo de “revivals” salir de la sala llenos de satisfacción, después de las casi dos horas que dura la película, es la energía y alegría que Lily James como la joven Donna; pues logra transmitir, sumado al mercado de la nostalgia que sabe perfectamente hacia dónde va, cosa que se comprueba con la aparición de Cher, que aunque no tiene ningún sentido, logra robarse unos minutos con una escena que resulta épica por su evocación a aquellos actos musicales de teatro, donde Mamma Mia vio la luz por vez primera.
En conclusión Mamma Mía, Here We Go Again, es una opción para los amantes del cine musical y para todos aquellos que no quieren complicaciones; una cinta alegre, ligera que no busca nada más allá que hacer pasar un buen rato.
