El mes de agosto del año 1962 vio surgir a uno de los súper héroes más emblemáticos de la cultura pop. En el número 15 de la revista Amazing Fantasy apareció la historia de un adolescente debilucho y poco atractivo, quien al ser mordido por una araña radiactiva, adquiere una serie de habilidades nunca antes vistas en el mundo de la narrativa de viñetas.
El joven en un principio utiliza sus poderes para cubrir sus carencias emocionales y busca la fama y la fortuna, primero en una confrontación con el luchador Crusher Hogan, a quien humilla públicamente, y posteriormente en la televisión donde adopta el mote de El Sorprendente Hombre Araña.
Casi todos conocen el desenlace de este relato, Peter Parker, identidad secreta del recién nacido trepamuros, deja escapar a un ladrón quien, como se descubre después, asesina a su tío Ben, figura paterna y eje moral del personaje. Este acontecimiento definirá las posteriores acciones del arácnido, quien ahora ha aprendido una enorme lección: “Con un gran poder viene una gran responsabilidad”.
La trama desarrollada por un joven Stan Lee contó con el arte de Steve Ditko, dibujante regular de la serie Amazing Adult Fantasy, quien se encargó de definir la imagen del Parker que todos conocen, un adolescente flaco, con gafas y desaliñado. Sin embargo, a pesar del éxito obtenido y del reconocimiento como coautor de uno de las figuras icónicas de Marvel, el dibujante oriundo de Pensilvania no fue la primera opción para desarrollar las aventuras del lanza telarañas más famoso de los cómics.
Lee había contemplado en un principio a Jack Kirby, con quien ya había trabajado en la creación de los 4 Fantásticos y Hulk, pero la tendencia de este a trazar figuras demasiado heroicas no le convenció.
Fueron Ditko y su visión sobre la angustia adolescente lo que logró enganchar al público juvenil de los Estados Unidos. A lo largo de 38 números, Ditko y Lee hicieron desfilar un sinfín de villanos desquiciados que pusieron en aprietos al sobrino predilecto de la tía May y amigable vecino de los habitantes de la ciudad de Nueva York.
Los excepcionales dibujos de Ditko, de línea puntiaguda, grotesca y perspectiva achatada, también destacaron por su peculiaridad en la serie Dr. Strange, desarrollada en 1963 para la revista Strange Tales y en otras creaciones que no alcanzaron la popularidad esperada como Blue Beetle, Shade: The Changing Man, Mr. A o The Question, estos dos últimos títulos, la plataforma para que el artista comenzara a plasmar historias que reflejaban su visión basada en la filosofía objetivista creada por Ayn Rand.
Ditko abandonó Marvel Comics después de diversas pugnas con Stan Lee por los derechos creativos de sus personajes, y trabajó para distintas editoriales como Charlton Comics y DC Comics, antes de recluirse durante décadas sin dar entrevistas ni aparecer públicamente.
El pasado 29 de junio Steve Ditko fue encontrado muerto por la policía en su departamento de Manhattan, tenía 90 años y una trayectoria envidiable de la cual fueron seguidores personalidades como Neil Gaiman, quien expresó que el dibujante” …siempre fue fiel a sus ideales, vio las cosas a su manera y nos dio formas de observar únicas”.
El autor de The Sandman también hizo pública su admiración hacia el trabajo de este gigante de la narrativa gráfica, al aseverar que aunque algunas veces fue imitado pero nunca igualado, se sabía diferente por haber coincidido con él en este mundo.
Steve Ditko was true to his own ideals. He saw things his own way, and he gave us ways of seeing that were unique. Often copied. Never equalled. I know I’m a different person because he was in the world. pic.twitter.com/2GFSA86Btj
— Neil Gaiman (@neilhimself) 7 de julio de 2018
