Inicio Arte y Cultura Dr. Atl: un alma volcánica e inquebrantable

Dr. Atl: un alma volcánica e inquebrantable

por Adriana Negrete

Gerardo Murillo, Dr. Atl, como él mismo se bautizó, fue un gran pintor y periodista que también exploró la historia, la filosofía, y la vulcanología. A 55 años de su fallecimiento, exploramos un poco de su obra para recordarlo.

El Dr. Atl, profesaba un meticuloso interés hacia los volcanes, razón por la cual los estudió e hizo diferentes expediciones al Iztaccíhuatl y Popocatépetl, además de estudiar algunos otros volcanes en Italia. Realizó muchos trabajos dedicados a paisajes, donde también expuso su técnica pictórica en el manejo de la perspectiva, el cuidado del detalle, el manejo de los planos y del color.

Su afición por los volcanes se convirtió en una de sus pasiones. En 1943 presenció el nacimiento del volcán Paricutín, dedicándole una pintura que lleva su nombre; además de otros apuntes y dibujos que realizó durante el periodo que se mudó a vivir a las faldas de  dicho volcán. El resultado de este trabajo fue el libro Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín, editado en México en 1950.

Gerardo Murillo dedicó pasión y tiempo en diferentes obras con el tema de los volcanes, enumeramos algunas: El libro Las sinfonías del Popocatépetl (1921), El cráter y las nubes 1935, Paisaje con el Iztaccihuatl (1932), Vista del Popocatépetl (1934), Serie de 6 paisajes (1948), Paricutín (1943), Erupción volcánica (Stencil 1945), Popocatépetl (lápiz/carbón/papel en 1948), Vista de los volcanes desde Cuautla (1958), Pihuamo (1952),  Autorretrato (1959), Erupción en apogeo (1960), las nieves del Iztaccihuatl 1962.

El cuadro Autorretrato muestra el busto del Dr. Atl en primer plano y al fondo, una serie de volcanes nevados. Ambos son parte de un mismo paisaje, de una misma visión, de un sólo recorrido. Esta obra representa la compenetración que el artista sentía con la energía y mística sobrehumana de los volcanes que tanto le apasionaron.  

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