“Las dos Fridas. Historia de las ciudades”: una exposición que pone al descubierto sueños, deseos y anécdotas de la pintora, especialmente a través de sus viajes a Nueva York y París.
CIUDAD DE MÉXICO.- Para conmemorar el 80 aniversario de Las dos Fridas, obra que Frida Kahlo pintó en 1939, el Museo de Arte Moderno (MAM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) presenta el resultado de una investigación documental realizada por el equipo curatorial en la exposición Las dos Fridas. Historia de dos ciudades, cuadro fundamental del arte moderno nacional.
Carlos Segoviano, curador de la muestra, explicó que la obra permanecerá abierta hasta el próximo 8 de diciembre en la Sala Gabinete, espacio donde se presentan exposiciones que se componen de documentos que dan luz a una obra, y “es el lugar destinado para abordar nuevas lecturas de obras del acervo del museo, así como revisiones puntuales sobre periodos específicos en la historia del arte”.
Añadió que la muestra en torno a Las dos Fridas es un recuento poético de la ruptura de Frida Kahlo con Diego Rivera en 1939, y la pintó durante el proceso de su divorcio y es, al mismo tiempo, la expresión de su madurez creativa.
Plantea que, en sus viajes a Nueva York y París, Frida entró en contacto con artistas internacionales, particularmente con el francés Marcel Duchamp, considerado el principal precursor del arte conceptual.
Dividida en dos núcleos temáticos, París y la Ciudad de México, ciudades testigo del afecto y reconocimiento entre Kahlo y Duchamp, la muestra consta de cinco obras de gran formato -dos pinturas y tres fotografías-, así como 16 documentos.
El núcleo de París muestra el viaje de Frida a la capital francesa -su primer viaje a Europa- y su encuentro con Duchamp, quien la apoyó para que pudiera exponer en la muestra Mexique, cuya inauguración se realizó el 10 de marzo de 1939. Frida contó con la presencia y las felicitaciones de célebres artistas, como Joan Miró, Vasili Kandinsky, Yves Tanguy y Pablo Picasso.
Los documentos y fotografías que se presentan en este apartado muestran el tránsito de Frida Kahlo por París, viaje trascendental en su proceso creativo que da origen a Las dos Fridas, doble autorretrato que desdobla a la Frida apreciada por Diego y a la abandonada por él.
En cuanto al núcleo de la Ciudad de México, éste se enfoca en la ejecución del cuadro de Las dos Fridas y el viaje que Marcel Duchamp realizó a nuestro país en 1957 y su encuentro con Arturo Estrada, uno de los alumnos de la artista.
Carlos Segoviano indicó que el MAM cuenta con un archivo y biblioteca que contienen la mayoría de los documentos que se presentan, ya que uno de los objetivos es que no sólo sea un espacio de exhibición, sino también de investigación, lo que les permitió explorar el origen de Las dos Fridas; además de saber que el cuadro se presentó por primera vez en la Exposición Internacional del Surrealismo en México, en enero de 1940 en la nueva Galería de Arte Mexicano de la colonia Juárez.
La investigación enfatiza en la relación de Frida con Marcel Duchamp, su encuentro en París y la correspondencia que sostuvieron, en la que él manifiesta su deseo por conocer México.
En 1957, ya muerta Frida, Duchamp viaja a México y se encuentra con Arturo Estrada, uno de los fridos, quien había solicitado una beca a la Fundación Copley de Chicago, en la que Duchamp era su asesor artístico, razón por la que viene a México y le compra un bodegón, seguramente en recuerdo de las obras que vio en París pintadas por Frida Kahlo.
Entre las piezas en exhibición se encuentra un facsímil del catálogo de la exposición de París, la carta que le envía Frida a Nickolas Muray, su amante en esa época, donde le informa sobre el acontecer parisino y de que es Duchamp quien la está apoyando.
Destaca una fotografía de Duchamp que Frida guardó en el baño de la Casa Azul que estuvo cerrada durante 50 años, así como una imagen del cuarto de Frida en la que se aprecia una reproducción de Desnudo bajando una escalera que Duchamp pintó en 1912; “además de las cartas que se escribieron y nos permiten dar cuenta de que hubo una relación de amistad importante entre ellos”, relató el curador.
La museografía de David Osnaya y Areli Flores alude al título de la exposición Historia de dos ciudades. Al fondo del gabinete se colocó el cuadro de Las dos Fridas, del lado izquierdo, donde está Frida vestida de blanco, cuya falda original era de color lavanda, la pared se pintó de ese tono, en el lado que corresponde al núcleo de París.
Del lado de Frida vestida de Tehuana, con falda verde, la pared es del mismo tono y corresponde al núcleo de México, dividiendo el espacio en dos colores para hablar de las dos ciudades. Además, el cuadro está colocado sobre una pared en la que se hizo una reproducción a gran escala de una página del diario de Frida en el que la pintora habla del origen de Las dos Fridas, una es ella, la otra una amiga imaginaria de la infancia.
“Es una especie de sublimación, porque Frida sufre de poliomielitis a los seis años y se imagina que tiene una amiga que sí se puede mover con agilidad, que no tiene dificultades y a la cual le cuenta todos sus problemas”, puntualizó Segoviano (Con información de Prensa del INBAL).