La novela “Pedro Páramo” de Juan Rulfo, se publicó por primera vez el 18 de julio de 1955. Hoy día se le considera una de las novelas más importantes de la narrativa mexicana.
Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917, fue escritor, guionista y escritor. Sus obras más trascendentes fueron “El llano en llamas” y “Pedro Páramo”. La obra de Rulfo está situada en el ambiente rural de la Revolución Mexicana, y se caracteriza por su intimidad con la muerte, la tierra y la ideosincrasia mexicana.
“Pedro Páramo” se publicó por primera vez el 18 de julio de 1955, y se ha llegado a considerar como el fin de la Novela de la Revolución; convirtiéndose en un parteaguas del Realismo Mágico y del Boom Latinoamericano de mediados del siglo XX.
La novela “Pedro Páramo” se ha traducido aproximadamente a 30 idiomas, y ha sido una de las obras mexicanas más reconocidas y estudiadas. Se trata de una obra de arte reconocida en diversos países, pues la soledad, la muerte, la injusticia, el amor, el sufrimiento, son universales.
En una entrevista realizada a Juan Rulfo en 1973, éste comentó que se trataba de la búsqueda de un hijo a su padre, como quien busca la esperanza. En un escenario en el que la palabra convive con la muerte y es capaz de comunicarse con el viento y el calor de la tierra, los personajes van apareciendo y desapareciendo profundizando al lector en la historia de Comala.
Rulfo recibió el Premio Xavier Villaurrutia en 1956, el Premio Nacional de las Letras en 1970 y el Premio Príncipe de Asturias en 1983.
Leer “Pedro Páramo” es invaluable como experiencia estética, pero también resulta necesario para comprender México más allá de las fechas y de los relatos históricos, también desde una memoria emotiva.
«Lleno de árboles y de hojas como una alcancía donde hemos guardado nuestros recuerdos. Sentirás que allí uno quisiera vivir para la eternidad. El amanecer, la mañana, el mediodía, y la noche, siempre los mismos: pero con la diferencia del aire. Allí donde el aire cambia el color de las cosas: donde se ventila la vida como si fuera un murmullo; como si fuera un puro murmullo de la vida…»(Pedro Páramo, Juan Rulfo, 1955).
