Varias generaciones mexicanas crecieron con las canciones de CRI-CRI, se cantaban en la escuela, en las casas de los abuelos o en las propias. A 112 años del nacimiento de Gabilondo Soler, hoy es un buen día para volver a cantarlas y sonreír con éstas.
Francisco José Gabilondo Soler nació el 6 de octubre de 1907 en Veracruz. Desde pequeño fue autodidacta, aprendió idiomas, historia, literatura, geografía, astronomía; practicó deportes como natación, boxeo e incluso tauromaquia.
En 1924 fue a estudiar linotipia a Nueva Orleans, donde encontró gran influencia musical que lo motivó dos años después a aprender música, en una pianola siguiendo los movimientos con sus dedos.
En aquel entonces comenzó como pianista en bares, y en 1930 compuso tangos, danzones, entre otros. Grabó un disco con Montecarlo, un fox-trot en Nueva York y fue ganando reconocimiento.
En 1934 Emilio Azcárraga le dio una oportunidad en la XEW y le brindan un espacio dedicado a los niños. En un principio fue solo la música en el piano y posteriormente añadió letra a sus canciones.
Poco después, el gerente artístico sugirió crear un personaje que narrara las historias de las canciones y Francisco Gabilondo pensó en un grillo violinista, inspirado en Alfredo Núñez de Borbón, violinista en el programa.
Le puso el nombre de CRI-CRI. En el transcurso aprendió a tocar el piano de manera formal, así como a leer y escribir música. El programa duró al aire 27 años. Su última emisión fue el 30 de julio de 1961.
Las canciones de CRI-CRI acompañaron la infancia de muchas generaciones aún después de su muerte en 1990. Muchos adultos siguen recordándole con el cariño de la niñez. Francisco José Gabilondo Soler fue un hombre que supo aplicar su inteligencia y talento en cada aspecto de la vida. ¡Feliz cumpleaños CRI-CRI!