Pablo Neruda ha sido uno de los chilenos más reconocidos en el mundo entero, ocupó diversos cargos diplomáticos, fue acreedor a un Nobel de Literatura sin embargo la sociedad chilena acabó rechazando la idea de que el Aeropuerto de Santiago llevara su nombre.
A pesar de ser uno de los iconos más reconocidos del mundo de las letras, no solo de Chile, sino de América Latina, Pablo Neruda, ha protagonizado a poco más de 4 décadas de su muerte una serie de polémicas y acusaciones morales que han empañado su imagen de gran poeta, activista, militante comunista y hombre solidario con el pueblo chileno.
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, conocido internacionalmente como Pablo Neruda, fue hijo de José Del Carmen Reyes Morales y de Rosa Neftalí Basoalto, ella docente de primaria y él obrero ferroviario, y nació el 12 de julio de 1904 en Santiago de Chile.
La formación de la época, férrea y tradicionalista, llevó a Ricardo a estudiar en el Liceo de Hombres, en el cual cursó toda su educación básica y media. Su padre era a tal grado riguroso en sus ideas de género, que los biógrafos del artista indican que la razón por la que se cambió el nombre a Pablo Neruda fue para que su padre no se molestara porque su hijo salió poeta.
Acreedor al Premio Nacional de Literatura en 1943, postulado 2 veces al Premio Nobel de Literatura, finalmente lo recibió en octubre de 1971, 2 años antes de su muerte sucedida en septiembre del 73, después del Asalto a la Moneda y la caída de Allende.
La obra de Neruda rebasa los 45 libros, y diversas compilaciones y antologías que se han realizado con sus textos. Su primer libro publicado y que lo catapultó a una vorágine de éxitos literarios fue la selección de poemas “Crepusculario”, y con 20 años de edad publicó por primera vez el famoso poemario “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”.
Neruda fue durante muchos años un icono de solidaridad, lucha social, camarada del pueblo; pero en los últimos años, a raíz de un análisis de su libro póstumo “Confieso que he vivido”, se ha difundido que él escribió una suerte de confesión o relato de una violación perpetrada a una mujer en extrema pobreza durante su trabajo diplomático en Asia cuando tenía 24 años.
Pablo Neruda relata que en 1929, durante su trabajo diplomático en Ceilán (Sri Lanka) llevó a una mujer de la limpieza a su habitación y describió ese encuentro “como el de un hombre y una estatua. Ella mantuvo los ojos bien abiertos todo el tiempo, completamente inconsciente”. Este pasaje de la vida del poeta ha dado la vuelta al mundo, sobre todo desde la condena y el repudio de los grupos feministas.
Otra faceta de su vida que le ha llevado al banquillo de los acusados es la relacionada con el abandono de su hija. En 2016 se dio a conocer que Neruda abandonó a la hija que procreo en 1934 con su entonces esposa Maria Hagenaar Vogelzang, debido a que la niña nació con hidrocefalia.
Las historias de infidelidad, excesos y parrandas de Pablo Neruda, aunadas al descubrimiento del abandono y rechazo de su hija, a quien llegó a describir como “una vampiresa de 3 kilos”; recrudecieron en 2018 cuando el Parlamento Chileno lanzó la propuesta de que el Aeropuerto Internacional de Santiago llevara el nombre del poeta.
A pesar de que Pablo Neruda ha sido uno de los chilenos más reconocidos en el mundo entero, de haber ocupado diversos cargos diplomáticos, y de haber sido acreedor a un Nobel de Literatura, y un sinfín de condecoraciones, la sociedad chilena acabó rechazando la idea de que su principal puerto aéreo llevara su nombre.
La controversia está en el aire. Grupos de feministas, activistas de los derechos humanos y población civil ha condenado las actitudes machistas de Pablo Neruda, dejando de lado incluso la trascendencia de sus aportes a la Literatura Universal. Por su parte la Fundación Pablo Neruda ha insistido en que se trata de hecho sucedidos hace muchas décadas, que están siendo juzgados desde parámetros contemporáneos. La pregunta es: ¿Se puede separar al creador en reconocimiento de su obra, más allá de sus actos privados?
