La migración, un tema que en nuestro país causa resquemor, es el mero pretexto para que Sebastián Torres y Jesús Delgado exploren los oscuros recovecos de la lucha de clases en Emigrantes, un texto del polaco Slawomir Mrożek escrito en 1975, cuya actualidad resulta apabullante.
Dos hombres, pertenecientes a cualquier lugar, habitan un espacio que podría ser aquí o allá. Uno de ellos salió de su hogar con la esperanza de mejorar económicamente, el otro ha escapado de su país por ser un crítico, un intelectual, quien afirma tener problemas de dicción, pues nunca aprendió a decir “Sí, señor”. Clara alusión a los gobiernos totalitarios que el Mrożek conoció tan bien.
El obrero, un sujeto que se antoja de una ingenuidad atroz y el intelectual, quien hace de este su experimento teórico, sirven aquí para explorar los límites de la otredad, de la construcción ideológica y de la la visión vertical desde el poder económico o cultural que infantiliza al distinto.
Estos Emigrantes, que celebran el final de un año que ha dejado de tener significado, denuncian también la imposibilidad del diálogo en la sociedad capitalista, pues los individuos se han convertido en acumuladores, unos de aspiraciones monetarias e ilusiones sobre un futuro que jamás se materializará, y otros de conceptos y abstracciones que al final no son más que letras para vanagloriarse de una supuesta superioridad moral, que en lo subterráneo no dice nada.
Sin embargo, la obra dirigida por el mismo Jesús Delgado y por Dimas González, no pretende ser solemne, sino todo lo contrario, el humor negro está presente a lo largo de toda la acción dramática, como un recurso casi pedagógico, para que el espectador reflexione sobre la importancia de las raíces, la tolerancia y la búsqueda de los sueños.
Emigrantes estará en cartelera todos los domingos a las 18:00 hrs, desde este 14 de julio, hasta el 1 de septiembre en el Teatro La Capilla (Madrid 13, colonia del Carmen, Coyoacán)
