Inicio EntretenimientoCine El beso en el cine: entre sentimiento, endorfinas y pasión

El beso en el cine: entre sentimiento, endorfinas y pasión

por María Chamosa

El beso en el cine recrea en el imaginario colectivo la imagen por excelencia del amor romántico. Miles de hombres y mujeres han adquirido del cine una fuerte educación sentimental, que les lleva a soñar con un beso de película.

El beso es una de las representaciones más evidentes de lo que entendemos por amor. Ya sea el beso tranquilizador de una madre o el turbador beso del amante, según  los estudiosos del tema, el acto de besar representa la más alta manifestación simbólica de lo sentimental.

La reflexión sobre lo que es el amor y sus manifestaciones ha sido tema recurrente para distintas disciplinas, desde la filosofía, la literatura, psicología, antropología e incluso las ciencias médicas. De ahí que el beso como manifestación afectiva haya despertado miles de páginas de libros y artículos.  

Desde el punto de vista motor, el acto de besar supone simple y llanamente un movimiento muscular por parte de los labios, pero este contacto de dos pieles puede llegar a ocasionar efectos muy variados. Y es que hay distintos tipos de besos: los amistosos, los derivados del afecto y el amor, y los que desbordan pasión carnal.

Además de los ejemplos mencionados, el acto de besar tiene también connotaciones sagradas o de despedida. No todo beso es feliz. Así como se besan algunas imágenes sagradas, también existen los besos de despedida, incluso aquel del último adiós sobre la frente de un difunto.

El beso romántico supone a la vez un intercambio emocional, de saliva, respiración y endorfinas. Según algunos investigadores, besar constantemente puede ayudar a evitar las caries; pero además, al liberar una gran cantidad de endorfinas, produce una sensación de alegría y vitalidad.  

Besos famosos existen muchos, y en los últimos 100 años el cine se ha convertido en el mayor representante del beso, tanto así que varias generaciones de hombres y mujeres han absorbido una suerte de educación sentimental a través de la observación de todo tipo de besos de película.

¿Cuántos besos hemos visto en el cine? Seguramente cientos de ellos y de todo tipo, pero este tipo de escenas no siempre fueron tan explícitas ni tan largas como hoy las apreciamos. Entre la tercera y cuarta décadas del siglo pasado se impuso una normatividad representada por el Código Hays que permitía besos de máximo 3 segundos de duración; este código determinaba lo que se podía ver o no en pantalla, de acuerdo con criterios morales de la época.

“Cinema Paradiso” de Giuseppe Tornatore, es  claro ejemplo de estas restricciones. Antes de los estrenos el padre Adelfio acudía a revisar las cintas y hacía eliminar toda escena considerada provocativa. Al final de la película, vemos una de las secuencias más representativas del cine: Salvatore, ya adulto, llora ante el riel de besos prohibidos que el cura censuró en su tiempo, y que Alfredo resguardó  y dejó como legado.

Entre los besos más famosos de la historia del cine encontramos: Casablanca (Michael Curtiz, 1942) Encadenados (1946, Alfred Hitchcok) De aquí a la eternidad (Fred Zinnemann, 1953) Desayuno en Tiffays (Blake Edwards, 1961) Ghost (Jerry Zucker, 1990)  Mi primer beso (Howard Zieff, 1991) Titanic (James Cameron, 1997) El diario de Noa (Nick Cassavetes, 2004) Mujer bonita (Garry Marshall, 1990)  Spiderman (Sam Raimi, 2002) Nace una estrella (Bradley Cooper, 2018)

El beso más largo del cine se atribule a Encadenados de Hithcok, donde Ingrid Bergman y Gary Grant, para burlar la censura de los 3 segundos del Código Hays  se besaban 3 segundos, se desviaban de la boca y se volvían a besar; una cátedra del maestro del suspense.

Por su parte, el primer beso de la historia del cine fue registrado, en 1896, por el norteamericano Thomas Alva Edision en el metraje “The Kiss”. John C. Rice y May Irwin se besan durante 18 segundos, dando cabida al primer gran escándalo por lo atrevido del cine. Y el beso más celebrado en años recientes lo pudimos apreciar en Nace una estrella, cinta en la que Bradley Cooper y Lady Gaga muestran una química pocas veces apreciada en el cine.

Quizá te interese

Dejar un comentario