Inicio Arte y Cultura Salvador Díaz Mirón, un poeta con firmes convicciones

Salvador Díaz Mirón, un poeta con firmes convicciones

por Adriana Negrete

Entre agitación política, un fuerte temperamento y talento sensible, Salvador Díaz Mirón vivió al límite sus convicciones y su poesía.

Precursor del modernismo en México, Salvador Antonio Edmundo Espiridión y Francisco de Paula Díaz Ibáñez, nació el 14 de diciembre de 1853 en Veracruz. Fue periodista, como su padre, pero experimentó mayor vocación de escritor.


En un primer momento sigue la corriente del romanticismo y publica varias de sus obras en El Parnaso Mexicano en 1874. Al regresar de su deportación, dirige diferentes periódicos, entre ellos “El Veracruzano”, que pertenecía a su padre. En 1878 fue diputado local en el Distrito de Jalancingo y en 1884 fue diputado federal.

Estuvo preso dos ocasiones; en 1904 y en 1910; pero fue puesto en libertad al triunfo de la Revolución. Durante el gobierno de Huerta dirigió “El Imparcial” y fue exiliado a Europa poco antes de que aquel fuera derrocado. 

Entre 1895 y 1904 vivió una época más introspectiva en su poesía, publicó la antología “Lascas”, con poemas como A Byron, Oda a Víctor Hugo, Sursum, A Gloria, Voces interiores, Oración del preso, entre otras.

Radicó muchos años en La Habana, donde dio clases de Historia Universal y Literatura. Fue nombrado director del Colegio Preparatorio de Veracruz. Durante su última etapa escribió obras de las que se conocen pocos poemas, por ejemplo “A un pescador”, “El Ingenioso Hidalgo”, “La mujer de nieve”, entre otros.


Salvador Díaz Mirón murió en 1928 en Veracruz, y tiempo después fue trasladado a la Ciudad de México, para ser sepultado en la Rotonda de las personas ilustres. 

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