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La mujer vista por la RAE

por María Chamosa

La definición  de “mujer”, según la RAE, hace referencia en seis ocasiones a palabras como: prostituta, fatal o mundana.

La Real Academia de la Lengua Española (RAE), en su vigésima segunda edición, se refiere a la “mujer” como aquella persona del sexo femenino, que ha llegado a la pubertad o edad adulta, y ostenta cualidades “…consideradas femeninas por excelencia”; o que se encuentra casada, y en este sentido, la definición  de “mujer” hace referencia a las labores domésticas y agrícolas.

El Diccionario incluye seis referencias a la “mujer como prostituta”, “mujer fatal” o “mujer mundana”; haciendo hincapié en el meretricio, es decir la mujer “prostituta”, mientras que los términos: “perdida”, “pública”, “mundana” y “fatal” se mencionan una vez cada uno. Lo anterior significa que incluye repetidas referencias al “ser mujer” como algo socialmente nocivo y con valor de compra-venta; mientras que para ser considerada “mucha mujer”, se requiere de una amplia integridad moral.

Por otra parte, la palabra “hombre” tiene para la Real Academia dos sentidos: a) aquel ser animado racional, ya sea varón o mujer, y b) el ser varón, aquel que ha llegado a la edad adulta, tiene cualidades “…consideradas masculinas por excelencia”,  juega con naipes o se encuentra casado. 

Entre algunos datos curiosos que se pueden localizar  en el Diccionario de la Real Academia, respecto a los roles de mujeres y hombres,  resalta lo siguiente: Después de las ascepciones generales sobre lo que significa ser varón se hace referencia al calificativo “bueno”, otorgándole el sentido de aquel que es “…mediador en los actos de conciliación”; cuando en el caso de la definición  de “mujer” se menciona dicha adjetivación en treceavo lugar  y con la intención de “…llamar o dirigirse a una desconocida”.

A pesar de todas las diferencias señaladas, cabe mencionar que en ambos casos, mujer y hombre, son definidos por dicha autoridad lingüística, también, como objeto, entendiéndole a ambos como aquel o aquella que es valorada (o) “…exclusivamente por su belleza o atractivo sexual”.   Al referirse a la acepción de “pobre mujer” o “pobre hombre”, la Real Academia, alude a la o el de “…cortos de talentos e instrucción” y la o el de “…poca habilidad y sin vigor ni resolución”.

Las palabras “femenino” y “femenina”, son utilizadas por el mismo diccionario para designar  a las personas del género femenino, a aquello pertenenciente o relativo a “ellas”, pero, también a eso que es “débil, endeble”, a esos seres dotados “…de órganos para ser fecundados”.

Es posible que, inintencionalmente, las definiciones de la Real Academia se encuentren un  tanto inclinadas hacia el Psicoanálisis de Sigmund Freud. Desde el punto de vista freudiano, los rasgos definitorios de la mujer son: pasividad, masoquismo y narcisismo; durante el periodo en que la niña se enamora de su padre (complejo de Electra) adopta la actividad pasiva que supone “estar embarazada” lo cual significa “estar hecha para” pero “no hacer”.

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