Con Alloys, Leider, banda originaria de Irapuato, continúa trabajando para destacar entre las diversas propuestas existentes en la cada vez más numerosa escena metalera nacional. El álbum, un compilado de 8 tracks en los cuales quedan muy claras las influencias de la banda, abre con el sencillo We are masters, canción poderosa, contundente en la que, durante casi 5 minutos, se puede apreciar el talento de los 5 ejecutantes que conforman esta aleación de metal hecha en el bajío. Una canción pegajosa, de tintes clásicos, donde los amantes de la vieja escuela no tendrán ningún reparo en agitar la cabeza al ritmo de su muy bien elaborado coro.
Con un someone like you seguido de un cadencioso riff, Flesh nos invita a subir el volumen, una pieza que se presta al cachondeo en la cual la versatilidad vocal de Diego Trejo se hace evidente, Le sigue Phoenix, donde la influencia de Iron Maiden es clara, quizá demasiado, el bajo de Julio Romo emula bien el característico punteo de Steve Harris y los arreglos en las guitarras de Sergio Trejo y Jhovany Lara recuerdan la peculiar interpretación de la triada conformada por Murray, Gers y Smith. Insanity vuelve con una nueva dosis de adrenalina, más hermanada con el sonido de los dos primeros tracks, esta canción plagada de murmullos incidentales, nos arrastra hacia la vorágine de su esquizofrénica atmósfera, donde queda muy claro que Leider no pretende reinventar el género, sino utilizar todos los recursos disponibles en este para crear melodías bastante disfrutables.
Dust from Hell, una canción de corte dramático en cuyo crescendo se demuestra la habilidad compositiva de los guanajuatenses, es una pieza que bien podría convertirse en un himno de esos que anteriormente provocaban que los encendedores iluminaran las salas de concierto; Boo es otro track al cual vale la pena regalarle más de una escuchada, Diego Trejo vuelve a dejar claro que su voz tiene muchos matices, pues puede viajar con facilidad de la ópera a las impostaciones rasposas propias del stoner metal o a los agudos del heavy que hicieran sello característico vocalistas como Rob Halford o Bruce Dickinson.
High Flying Bird baja la velocidad con un arpegio que en un principio podría ser una reminiscencia a Stairway to Heaven o a Take me for a little while (que a su vez ya recordaba a la icónica composición de Led Zeppelin) y a las baladas ochenteras de agrupaciones como Warrant, Cinderella o los mismos Guns N´Roses, melodías que comenzaban lento para explotar con un acorde que servía de lucimiento al guitarrista en turno, algunas veces acompañado de pirotecnia en las presentaciones en directo. High Flying Bird cumple bien su cometido, una composición para cantar a todo pulmón mientras las cervezas se menean al ritmo de la música.
Para cerrar, Blood Heroes sigue la línea marcada por todo el trabajo, canciones que van duro y a la cabeza, sin mayores pretensiones, la gaita no aporta ni quita nada a este tema redondo, diseñado para hablar sobre la hermandad existente entre los amantes del heavy metal. Alloys es un disco que puede encantar a quienes buscan propuestas que no salgan de los estándares del género, aquí no hay djent, ni progresivo, puro metal de excelente manufactura que hará las delicias de nóveles, millenials y chavorrucos consagrados.
Veredicto: Para matear sin remordimientos.
Las que deben estar en tu playlist:We are masters, Flesh, Dust from Hell, Boo
Disponible en:ITunes, Spotify, CD
