Darwin tenía razón, Homo Sapiens no es una especie que se cuece a parte.
A pesar de los muchos detractores que tuvo en su tiempo, y que hoy día aún prevalecen, “El origen de las especies” de Charles Darwin sentó las bases no solo de las líneas de investigación evolucionistas, también de la propia biología moderna. Pero fue con el texto “El origen del hombre” que Darwin se ganó más contrarios, pues aquí se desmoronaba toda posibilidad de divinidad proveniente de los mitos creacionistas.
Durante mucho tiempo, los evolucionistas han tratado de seguir una línea recta que les lleve a descubrir la totalidad del árbol genealógico de HomoSapiens, sin embargo, éste no queda claro ni completo, ni mucho menos lineal.
Hoy sabemos que la biología (al igual que la identidad y la cultura) no es estática, y el ADN es una suerte de vaso comunicante que interactúa con los distintos elementos evolutivos. Durante las últimas décadas, se han observado numerosos debates sobre las especies que pueden o no hermanarse con el Homo Sapiens.
El caso más polémico ha sido el de Homo Neanderthalis, pues se han formado dos bandos claramente diferenciados en torno a éste. Por un lado, sus defensores aseguran que se encontraba en un estado evolutivo bastante avanzado, que poseía conciencia de sí mismo, que llegó a tener conciencia de la muerte, de ahí que enterrara de manera ritual a sus muertos; incluso se ha dicho que pudo haber poseído un lenguaje hablado arcaico, pero organizado.
Por su parte, los detractores afirman que los Neanderthales debieron ser bastante inferiores respecto al Homo Sapiens; pues se ha dicho que carecía de arte, lo que le llevó a autoexcluirse del género humano, y que su inteligencia era muy limitada. Se ha llegado a decir que la cruza entre Neanderthales y Homo Sapiens debió ser incompatible.
Esta teoría sobre los nulos dotes artísticos del Neanderthal se desplomó con las investigaciones publicadas por la Revista Science en 2018, donde se afirmaba que las pinturas rupestres localizadas en las cuevas de España debieron realizarse hace unos 65,000 años, lo que significa que los autores no fueron Homo Sapiens sino Neanderthales.
Homo Sapiens no es entonces una especie que se cuece a parte. Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Leipzig, dio a conocer en mayo del 2010, que los Homo Sapiensactuales, excepto los africanos, poseen de 1% a 4% de ADN Neanderthal. Esto significaría que a pesar de que Homo Sapiens fue la especie vencedora en la historia evolutiva de los humanos, se hibridó con los neanderthales cuando empezó a salir de África hace unos 80.000 años.
Todas estas investigaciones parecen reiterar la teoría de Charles Darwin respecto a un ancestro en común. La relación entre Sapiens y Neanderthalis, entonces pudo ser doble: primero tuvieron un ancestro común (pudo ser el Homo Erectus) después cada uno siguió su camino, después se reencontraron y se mezclaron.