Debido a su estilo, técnica y discurso nada complaciente, a 36 años de su fallecimiento, Luis Buñuel sigue siendo una de las figuras más representativas del cine iberoamericano.
Considerado por muchos irreverente, el estilo y discurso de Luis Buñuel fue un parteaguas del cine iberoamericano, en especial para México, donde participó en diversas producciones que hoy por hoy forman parte de la filmografía nacional más relevante.
Una de las obras más importantes de este español naturalizado mexicano, es “Los olvidados”, la cual fue declarada en 2004 por la UNESCO patrimonio cultural de la humanidad (reconocimiento que hasta ese momento sólo había recibido Metrópolis de Fritz Lang). Las reacciones de censura no se hicieron esperar: estrenada a finales de 1950, la cinta no logró ni una semana en cartelera.
A pesar de su fugaz tránsito por las salas de cine mexicanas, “Los olvidados” fue seleccionada oficial en la competencia del Festival de Cannes en 1951, donde Luis Buñuel recibió la distinción de mejor director. Después de este éxito en Europa, la película, a pesar de sus detractores, fue estrenada nuevamente en México, y esta vez permaneció 2 meses en cartelera, e incluso ganó 10 arieles.
Con guion del propio Buñuel y de Luis Alcoriza, y la fotografía de Gabriel Figueroa, hay que decir que la historia resultaba atroz para la época, su realismo superaba todo romanticismo que de la pobreza se filmaba hasta entonces. Al respecto escribiría Octavio Paz en su ensayo “El poeta Luis Buñuel”:
“Pero Los olvidados es algo más que un filme realista. El sueño, el deseo, el horror, el delirio el azar, la porción nocturna de la vida, también tiene su parte. Y el peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba por parecernos imposible, insoportable…”
En sus primeras exhibiciones hubo quienes acusaron al cineasta de haber cometido una infamia contra México. Quién diría que una película que generó tanto desconcierto y rechazo acabaría por formar parte de las obras de arte consideradas por la UNESCO como piezas patrimoniales.
El propio Buñuel en su autobiografía declaró que los mismos compañeros que trabajaron en la película siempre vieron el proyecto con cierto recelo, hubo varios intentos de sabotaje; era una temática demasiado fuerte, despojada de todo el melodrama romántico que imperaba en aquella época.
A 68 años de distancia, en la primavera pasada, después de un gran trabajo de restauración, se proyectó nuevamente “Los olvidados” como parte de las exhibiciones del Festival de Cannes.
Luis Buñuel nació en Calanda, España, el 22 de febrero de 1900 en una familia medianamente acomodada. Desde joven se acercó al estudio de las ciencias, las artes y las humanidades, su postura altamente crítica lo llevaba a desconfiar del pensamiento religioso.
Buñuel pasó a la historia como parte del movimiento surrealista, lo que lo llevó a realizar en compañía de su amigo Salvador Dalí la emblemática cinta “Un perro andaluz”, muy bien recibida por los intelectuales de la época.
Después de haber sido reconocido, finalmente su trabajo cinematográfico con “Los olvidados”, Buñuel continuó haciendo cine de manera alternada en México y Francia. Murió en la Ciudad de México el 29 de julio de 1983.