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Alfonso Reyes, gran escritor y diplomático

por Redacción

Alfonso Reyes destacó como escritor y diplomático dejando al país un gran legado: fundó el Ateneo de la Juventud (1909) junto con Pedro Enríquez Ureña, Antonio Caso y José Vasconcelos. Un grupo de jóvenes intelectuales interesados en trazar las líneas del México moderno compartiendo la afición por Grecia. 

Desde la infancia sus inquietudes intelectuales fueron claras y obtuvo los primeros lugares en los diversos ciclos de instrucción. Creció en el seno de una familia acomodada. 

Hizo sus primeros estudios en escuelas particulares de Monterrey, en el Liceo Francés de la Ciudad de México, en el Colegio Civil de Nuevo León, en la Escuela Nacional Preparatoria y en 1913 obtuvo el título de abogado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, Universidad Nacional de México.  

En 1911, cuando tenía 21 años de edad, publicó su primer libro Cuestiones estéticas. En agosto de 1912 fue nombrado secretario de la Escuela Nacional de Altos Estudios, antecedente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde impartió la cátedra de “Historia de la lengua y literatura españolas”.

Reyes presidió la Casa de España en México y el hoy Colegio de México, fundó el Instituto Francés de América Latina (1944). Fue presidente de la Academia Mexicana de la Lengua (1957 a 1059), miembro fundador de El Colegio Nacional (1943) y varias veces candidato al Premio Nobel. 

Sus obras completas comprenden veintiséis volúmenes y las publicó el Fondo de Cultura Económica, de cuya edición Reyes estuvo a cargo. Incluyen los géneros: poesía, narrativa, crítica, ensayo, memorias, archivo, prólogos, ediciones comentadas; suman doscientos dos libros. 

Asimismo, legó una valiosa obra como traductor: Laurence Sterne, G. K. Chesterton, Antón Chéjov y como editor: Ruiz de Alarcón, Poema del Cid, Lope de Vega, Gracián, Arcipreste de Hita, Francisco de Quevedo.

Fue colaborador de múltiples publicaciones periódicas, tales como la Revista de Filología Española, la Revista de Occidente y la Revue Hispanique.

El “regiomontano universal” vivió 70 años y murió en la ciudad de México el  27 de diciembre de 1959, víctima de una afección cardíaca. Fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres (Con información de Prensa del INBA). 

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