Aurora Reyes fue sobrina del eminente escritor Alfonso Reyes y nieta de Bernardo Reyes, quien fuera parte del gabinete de Porfirio Díaz, sin embargo, su trabajo permaneció en el olvido durante muchos años.
Nacida en Hidalgo del Parral, Chihuahua, el 9 de septiembre de 1908, Aurora Reyes Flores fue la primera mujer en formar parte del movimiento muralista mexicano. De espíritu crítico y poseedora de una sensibilidad ante las injusticias de su tiempo, la también poetisa estuvo siempre comprometida con las luchas sociales que denunciaban la pobreza y los abusos contra el pueblo.
Descendiente de un linaje que gozaba de buena reputación en el norte del país durante el régimen porfirista, se enfrentó a distintas adversidades cuando la dictadura fue derrocada por Francisco I. Madero.
Su abuelo Bernardo Reyes fue asesinado frente a Palacio Nacional en 1913 por oponerse al nuevo gobierno. Lo anterior provocó que su padre, el ingeniero y capitán León Reyes, tuviera que trasladarse a la capital para asistir a los funerales, hecho que terminaría con la bonanza de la familia que a partir de ese momento sería señalada como enemiga del estado.
Sin recursos, la familia Reyes se vio forzada a vivir en el barrio de La Lagunilla donde Aurora conoció de cerca la realidad mexicana, tema que plasmaría más tarde en su obra.
En 1921 ingresa a la Escuela Nacional Preparatoria donde conoce a Frida Kahlo, quien se convertiría en su amiga entrañable. Un año después sería expulsada de la institución al ser acusada de “libertina y jefe de banda de ladrones”. Tras una breve instancia en la Academia de San Carlos decide abandonar sus estudios para convertirse en una artista autodidacta. De firmes convicciones políticas Reyes Flores ingresaría más adelante, en 1936, a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) además de dedicarse a la enseñanza.
Ese mismo año, gana un concurso de oposición que le permitiría realizar su primer mural, Ataque a Maestras Rurales, en el vestíbulo Centro Escolar Revolución, ubicado actualmente junto a la estación del Metro Balderas.
En la pintura, Aurora Reyes se dio a la tarea de representar una violenta escena en la cual una maestra es arrastrada por el suelo y golpeada con la culata de un rifle, mientras sus alumnos contemplan indefensos y atemorizados.
Aunque se sabe que la artista pintó varios murales, su trabajo fue opacado en un primer momento por el “monopolio” de José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, en una época en la cual no se les permitía
a las mujeres realizar obras monumentales. A pesar de contar más adelante con el apoyo de Lázaro Cárdenas, fue marginada en diversos círculos por su filiación socialista.
Aurora Reyes murió el 26 de abril de 1985 y para rendir homenaje a su legado se ha organizado una exposición en el Museo de la Ciudad de México, ubicado en Pino Suárez 30, Centro Histórico, que permanecerá hasta el 26 de mayo.
